Investigación confirma que pintor Alberto Lynch es peruano


Dice esa biblia electrónica del saber mundial, llamada Wikipedia, que Alberto Lynch, el artista especialista en retratar niños y mujeres, que gozó de buena fama en el Viejo Mundo, “nació posiblemente en Trujillo en 1851”.

Por más de una década, la investigadora del arte Gabriella Lavarello de Velaochaga fue tras las pistas en archivos de diversas partes del mundo, y concluye que el pintor, cuyos óleos, grabados, acuarelas y pasteles pueden alcanzar altos precios en las casas de subastas de arte, es peruano.


“He podido encontrar la documentación legítima. Fue complicado, pero necesario”, cuenta Lavarello de Velaochaga con la satisfacción del deber cumplido.

Hoy radicada en el Brasil, se desempeñó por años como galerista en Lima y es autora de Artistas plásticos en el Perú, un diccionario sobre artistas consagrados del siglo XVI al XX.

Búsqueda insistente

¿Por qué las dudas sobre la nacionalidad del autor? Las interrogantes se deben a que Lynch fue bautizado en 1862 en el reino de Bavaria, hoy Alemania. La investigadora limeña tiene una copia del acta de fallecimiento, que si bien solo da por dato el primer sacramento y no la fecha de nacimiento, corrobora que falleció en 1950 en Mónaco.

Hasta el famoso Diccionario Bénézit, especializado en las artes plásticas, había señalado que Lynch nació en Lima en 1851 (primera inexactitud) y que falleció en 1912.

Lavarello cursó cartas a veinte municipios de París, y a los archivos especializados en arte que hay en la Ciudad Luz. Finalmente, le corroboraron que la última exposición que ofreció Lynch fue en 1934, donde participó con dos cuadros, y el artista había dado como dirección la Av. La Garé número 1, Mónaco.

Se trataba de un artista de personalidad “muy cerrada”, por lo cual no hay abundante información. No tuvo hijos y no hay parientes cercanos.

La investigadora enfiló sus energías en la municipalidad de Mónaco, que le envió la partida de defunción del artista peruano. A los tres años, falleció su esposa. Como no hubo quién pagara la tumba, sus restos pasaron a un osario.

Gracias a la base de datos Family Search (familysearch.org), de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la investigadora dio con otro documento vital: el acta de bautismo (Bavaria 1861) de Alberto Fernando Lynch, en el que no figura la fecha de nacimiento, mas sí los nombres de los padres y abuelos del pintor.

Entre dos mundos

Gabriela L. de Velaochaga viajó a los archivos de inmigrantes y declaraciones de aduanas que hay en Estados Unidos y dio con diversos documentos del pintor de los viajes que hizo a Norteamérica.

Cuando llega al puerto de Nueva York, a los 35 años, en 1896, se declara peruano. También en varios catálogos de exposiciones en Europa lo dice.

En 1900, Alberto Lynch ofreció una entrevista al Chicago Tribune de Chicago, y se declara pintor y peruano. Narra que empezó a estudiar pintura a los 18 años; que tanto su abuelo como su bisabuelo fueron pintores. Sin embargo, Lynch no creía en las herencias artísticas, sino que había dependido del ambiente donde se desarrolló.

“Un trabajo debe hablar por sí mismo, no por la pequeña historia que relata. El sencillo encanto de la luz, color y armonía de forma es un verde campo”, dijo Lynch.

Lavarello explica que hacia 1908 vivió una especialista en arte peruano, apellidada Robinston, en París, quien dedica unas 15 o 20 líneas a Baca Flor, también menciona a Lynch como natural de Trujillo, y a Daniel Hernández como huancavelicano. Ha dado con otros testimonios que hablan de la procedencia trujillana del artista.


¿Y su relación con el Perú?

La investigadora está haciendo público en redes sociales un ppt sobre su trabajo. Está convencida de que Lynch volvió al Perú.

“Es indudable que este hombre estuvo una época en el Perú. Él formó parte de una exposición de 101 pinturas y otro número considerable de esculturas, que se realiza en Bellas Artes, durante el gobierno del presidente Nicolás de Piérola (1895-1899). Encontré también de su participación con la delegación peruana que estuvo en el Salón Internacional de la Feria Universal 1900, de París, muy importante para el cambio de siglo, junto a Daniel Hernández, Abelardo Álvarez-Calderón, Inés Mercedes Sanz”, cuenta.

Para Lavarello, este hecho demuestra que él nunca se nacionalizó francés, como se especulaba. “De haberlo sido, hubiera expuesto en el pabellón francés”.

Dominio del pincel

Las obras de Lynch son muy solicitadas en las casas de remates de arte. “Él dominó los temas familiares. Tiene una perfección del dibujo. Sus retratos son a pincel limpio y no tienen texturas; los fondos de sus retratos tienen un ‘lavado’ que le da el efecto de ‘agua’ a sus óleos”, explica Gabriela L. de velaochaga. Inclusive elaboró desnudos en grupo y en primer plano, en Londres.

La gran mayoría de sus obras lleva su firma como Alberto Lynch, pero muy pocas llevan fechas. Tampoco existen fotos del autor: la investigadora hizo búsquedas tanto en la Biblioteca de Francia como en las galerías más importantes de Europa, que manejan sus propios archivos. Lo único que se muestra es su abundante obra.

Fuente:Andina

Pages