Magaly Solier fue declarada por la UNESCO como Artista de la Paz


La cantante y actriz huantina viajó a Francia, donde recibió el título por su lucha en defensa del quechua y los derechos de la mujer. Magaly Solier fue nombrada en París "Artista para la Paz" de la Unesco, en reconocimiento a su defensa de su lengua indígena natal, el quechua, y de los derechos de las mujeres.

Solier aseguró, en un discurso en quechua y en español, que cuando empezó su carrera cinematográfica se sintió discriminada al utilizar el idioma de sus antepasados, una forma de racismo de la que salió más fuerte.

Este título supone para la actriz, nacida en 1986 en Huanta (Ayacucho, sur) en el seno de una familia de campesinos, el inicio de una nueva etapa en la que se implicará "mucho más seriamente en hacer que muchos niños y niñas aprendan el quechua", que con sus cerca de diez millones de hablantes es la lengua indígena más hablada de América.

Entre los artistas elegidos otro años para apoyar con su imagen al organismo de la ONU se encuentran los músicos Juan Luis Guerra (República Dominicana), Manu Dibango (Camerún), la bailarina Miyako Yoshida (Japón) o Céline Dion (Canadá).
"Como ciudadana me siento comprometida con la preservación del medio ambiente, con la educación de los niños y las niñas, con los derechos de las mujeres y la comunidad homosexual", explicó Solier.

La peruana "representa la determinación de una artista por difundir su cultura y la identidad de su pueblo", aseguró la directora general de la Unesco, Irina Bokova. "Los lenguajes determinan cómo vemos el mundo, por eso es importante preservarlos", dijo.

Solier anunció el lanzamiento de un disco cantado en un quechua "de nivel inicial", dirigido a los más jóvenes "para que aprendan el idioma y se familiaricen con los estilos de las canciones tradicionales".

También participará en la promoción del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, que se celebrará en 2019, y del Atlas de las Lenguas de la Unesco, actualmente en preparación y que detallará el estado de las 2.680 lenguas en peligro en el mundo. EFE

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