Recuerdos del ayer: Té Sabú... el que toma todo el Perú

Té Sabú... el que toma todo el Perú
Llega la hora del lonchecito y la abuela se mete a pasar su tecito al estilo inglés, lo suele acompañar con bizcochos con mermelada de fresa o con las sabrosas bizcotelas.

Por aquella época solo existían un par de marcas que coparon el mercado del té, Sabú, Hornimans y Huyro. De las tres, la que más pegó fue Sabú, caja de cartón en fondo amarillo con una especie de jofaina donde se colocaba el té para pasarlo y al costado un árabe contemplando, esa era la imagen de la dichosa cajita. 

Una caja de té Sabú alcanzaba para varias tazas, le podías colocar una gota de leche y un puntito de limón era una delicia.

Otros lo tomaban con crema de Chantilly, ahí si pasaba yo. El fin del  lochecito lo coronaba un sabroso Keke Inglés, un keke muy parecido al Panetón, la diferencia radicaba que este era rectangular, llevaba frutas confitadas y pasas y su tamaño era más pequeño.

El lonchecito era el momento sagrado en que la familia se reunía a chismear las últimas noticias del barrio o de la familia, actualizarse sobre la realidad política y alguna que otra cosita de ciencia y tecnología.

Las inspiradoras manos de las abuelas eran las encargadas de que la magia de reunir a la familia se diera, sea con el té y sus delicias que traía este, o con simples tostadas con mermelada que tenían guardada en la alacena.

Como fuere, el recuerdo nostálgico del día ha sido el Té Sabú.

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