Este inmenso estadio se ubica en un asentamiento humano y será el más grande de Lima Sur
Más de una década después del inicio de su construcción, el estadio San Genaro, en Chorrillos, sigue siendo una promesa inconclusa. Aunque el proyecto ha recibido más de S/25 millones desde 2012, la obra permanece sin concluir y ha sido usada incluso como depósito, lo que ha generado malestar entre los vecinos del asentamiento humano donde se levanta esta infraestructura paralizada, en Lima Sur.

“Lo inauguraron ficticiamente hace unos años, pero solo por apariencia. Siempre dicen que ya funcionará y nada. Lo usan como depósito, veo que entran camiones”, contó Gabriela, vecina del lugar. Su testimonio resume el sentir de una comunidad que, tras años de espera, observa cómo un proyecto que prometía convertirse en un emblema deportivo para el distrito ha terminado como símbolo de abandono y desconfianza.

El estadio San Genaro empezó a construirse en 2012, durante la gestión de Augusto Miyashiro Yamashiro, entonces alcalde de Chorrillos. El proyecto fue diseñado para albergar entre 15.000 y 16.000 espectadores y superar la capacidad de estadios como el Carlos Vidaurre García, en Tarapoto, o el de Los Chankas, en Andahuaylas. Sin embargo, lo que debía convertirse en el principal complejo deportivo y el más grande de Lima Sur hoy permanece inconcluso.

De acuerdo con registros del Ministerio de Economía y Finanzas, entre 2012 y 2018 se invirtieron más de S/17 millones en la obra. Luego, durante la gestión de Augusto Miyashiro Ushikubo, hijo del exalcalde, se destinaron otros S/11 millones. Sin embargo, hasta ahora no se han entregado instalaciones completas ni operativas.

La Municipalidad de Chorrillos ha afirmado en varias publicaciones que el estadio contará con pista atlética de ocho carriles, cancha de césped natural, salones múltiples y zonas de estacionamiento. Sin embargo, ninguna de esas promesas se ha cumplido a cabalidad. En 2017, el municipio difundió en redes sociales el mensaje “Los trabajos continúan”, junto a imágenes de la obra. Desde entonces, el avance ha sido mínimo.