Durante siglos, la madera ha sido símbolo de calidez, tradición y resistencia. Pero en los últimos años, científicos de Suecia, Estados Unidos y otros países han logrado algo que es increíble: volverla transparente. No como un truco óptico, sino como un material real, funcional y con aplicaciones revolucionarias.
La idea surgió en laboratorios de investigación en la década de 1990, pero fue en 2016 cuando un equipo del Instituto Real de Tecnología de Estocolmo presentó un avance clave: eliminando la lignina, el componente que da color y opacidad a la madera, y reemplazándola con resina epoxi transparente, lograron así un material translúcido y resistente.
Pero esto no es todo, Inicialmente, se eliminaba toda la lignina, pero eso debilitaba la estructura. Hoy, se utiliza peróxido de hidrógeno y radiación UV para modificar solo las moléculas que absorben luz, volviéndose transparente manteniendo la rigidez natural.
No es como el vidrio de una ventana, pero deja pasar entre el 60% y el 90% de la luz, dependiendo del grosor y el tipo de madera.
Este desarrollo no solo transforma un material milenario, sino que también redefine cómo imaginamos la luz, la arquitectura y la sostenibilidad.
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