Semanas atrás, el acalde de Lima, Rafael López Aliaga, inauguró con bombos y platillos la nueva Vía Expresa Sur la cual prometía unir el sur de la ciudad con la existente Vía Expresa de Paseo de la República. No obstante, desde el primer día de circulación de autos por dicha arteria, los problemas comenzaron a aparecer.
En primer lugar, el tramo habilitado no cuenta con la señalización completa lo que dificulta la libre circulación. Además, la obra se encuentra inconclusa por lo que a lo largo de esta avenida se observa baños portátiles, fierros mal colocados y otros elementos propios de una construcción.
Todos estos inconvenientes han convertido a la nueva Vía Expresa Sur en una verdadera pesadilla para los cientos de conductores que transitan por ese lugar. Exitosa se hizo presente en el cruce de esta vía rápida con la avenida Los Próceres en el distrito de Surco donde los usuarios tardan más de 30 minutos en poder transitar.
De acuerdo a la versión de algunos choferes, los embotellamientos, que se registran a diario, comenzaron desde que se inauguró esta obra ya que antes solían tardar entre 5 o 10 minutos para dirigirse a sus respectivos destinos.
Es importante precisar que más de un experto en temas viales ha indicado que esta obra se ha construido sin la elaboración de un expediente técnico que indique los pro y contra de esta obra.
Este punto ha sido rechazado en más de una ocasión por el propio alcalde de Lima, Rafael López Aliaga indicando que la construcción de dicha avenida puede avanzar en paralelo con este documento.
De esta manera, conductores tienen que esperar más de 30 minutos para cruzar la nueva Vía Expresa Sur desde Surco hasta la avenida Los Próceres.

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