La concentración de riqueza en la era digital: el 0,001% más rico ya triplica el patrimonio de la mitad del planeta
La riqueza global concentra una tendencia al alza entre los más privilegiados. El informe anual del World Inequality Lab expone que el 0,001% más rico posee una proporción de patrimonio que triplica la suma de los bienes de los 2.800.000.000 de adultos más desafavorecidos. La publicación, que se presentó este miércoles 10 de diciembre, se basa en datos de alcance mundial y actualiza el estado de la desigualdad en más de 170 países. Las cifras actuales marcan una diferencia significativa respecto a décadas previas y reflejan que la distribución de la riqueza se encuentra bajo presión constante.

Un grupo de 56.000 personas forma parte de este sector ultra-acomodado, con el umbral de acceso fijado en 254 millones de euros en activos. Dicho segmento, que podría llenar un estadio de fútbol, muestra un crecimiento persistente desde el final de la pandemia de COVID-19, aunque el ritmo de incremento se moderó en los últimos dos años.

Estas personas controlan un volumen de recursos superior al doble registrado 30 años atrás, cuando el 0,001% más rico concentraba únicamente dos veces la riqueza de la mitad más pobre del mundo.

El informe resultó elaborado por el World Inequality Lab, un centro de investigación dependiente de la Paris School of Economics y coordinado por los economistas Thomas Piketty, Lucas Chancel, Ricardo Gomez-Carrera y Rowaida Moshrif. El documento, que suma casi 200 páginas, plantea una visión exhaustiva sobre la evolución de la desigualdad global. Sus conclusiones aparecen tras los informes previos lanzados en 2018 y 2022.

Según el World Inequality Lab, la acumulación de patrimonio en manos de los ultra-ricos responde a factores estructurales y a decisiones políticas específicas. La organización subraya que las reformas fiscales, la digitalización de la economía y el crecimiento diferenciado entre sectores alimentan estos desequilibrios. A su vez, los expertos enfatizan el papel de los mercados financieros y la creciente movilidad del capital, que facilita la concentración en muy pocos individuos.