Museo Larco: 100 mil personas lo visitan cada año



Hace un poco más de nueve décadas, Rafael Larco Hoyle fundó, gracias a su vasta colección de huacos y demás piezas arqueológicas, el Museo Larco.

Andrés Álvarez Calderón, actual director del museo y nieto del fundador, señala que hay una diferencia clave entre las piezas de esta muestra de objetos prehispánicos y otras similares de índole privado: esta perteneció a un investigador.

Esta, entre otras virtudes, ha servido para que, hace pocos días, sea elegida por los usuarios de la página web TripAdvisor como uno de los mejores 25 museos del mundo. Según Álvarez Calderón, esto se debe a que “el museo Larco es más que un museo, es una experiencia”.

Relato en imágenes
Un aspecto clave de esta institución es el guion museográfico. De acuerdo con su vocero, este fue renovado hace algunos años para adecuarse a los tiempos actuales.

El museo, poseedor de una de las colecciones privadas más grandes de cerámicas prehispánicas, presta desde hace varios años parte de sus tesoros a prestigiosas instituciones de Europa y América para exposiciones temporales. 

Esta experiencia de ver su patrimonio exhibido bajo la curaduría de especialistas ha servido, aseguran en el Larco, para una presentación innovadora.

Álvarez Calderón menciona a la Agencia de Noticias Andina que el objetivo es que, por medio de las distintas salas, se le relata al visitante parte de la historia del país. 

La calidad de investigador de Larco Hoyle es clave, pues tuvo el tino de escoger para su colección piezas muy significativas.

El director del museo manifiesta que el público asistente tiene interés por algunas vitrinas claves. Por ejemplo, la sala de arte erótico, el ajuar de metal Chimú, la cerámica moche del sacrificio y el manto paracas.

Pero hay más en el museo. Álvarez Calderón indica que desde que se fundó se ha mantenido la política de tener los depósitos abiertos al público, decisión que perdura. Eso permite observar la apabullante cantidad de cerámicas que no tienen lugar en la muestra permanente.

También, más allá de las piezas que atraen a la mayoría de visitantes, se encuentran otras de interés. Una colección de puntas de flecha de época precerámica y algunas cerámicas de estilo incaico de los primeros años de la Colonia son parte de este material peculiar.

ANDINA.


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