Estudio revela que la sangre inca aún corre por las venas de los sudamericanos



Científicos de Perú, Brasil y Bolivia estudiaron el ADN de las familias modernas que aseguraban tener vínculos con los gobernantes del Imperio Incaico y hallaron dos tipos de genoma masculino.

El genetista Fabricio Santos, de la Universidad Federal de Minas Gerais, explicó a Folha.uol.com.br los mejor hubiese sido analizar el ADN de las cadáveres de los gobernadores incas, sin embargo, estos fueron destruidos o perdidos por los españoles ya que la forma en como estaban momificadas era considerada una forma de paganismo.

Por eso los investigadores decidieron analizar el ADN de algunos integrantes de las familias que dicen ser descendientes de la realeza inca.

La investigación

Los investigadores decidieron analizar principalmente variantes del cromosoma Y, la marca genética de la masculinidad (los hombres cargan en su ADN los cromosomas sexuales X e Y, y las mujeres tienen dos cromosomas X).

Obtuvieron muestras de ADN de 18 hombres y una mujer que pertenecen a 12 familias de presunto origen imperial y que viven en los distritos cusqueños de San Sebastián y San Jerónimo. También analizaron ADN mitocondrial que solo es pasado por el lado materno, de madre a hijo o hija.

El resultado mostró que las variantes del cromosoma Y cargado por muchas de las familias no tiene parentesco cercano unas con otras. Esto indicaría que varias familias pueden haber continuado produciendo descendientes ‘reales’ solo por el lado materno, lo que apagaría la marca de la ascendencia paterna imperial.

Además, identificaron dos conjuntos diferentes de cromosomas Y, a las que llamaron Awki-1 y Awki-2. “El conjunto Awki-1, presente en ocho individuos de cinco familias diferentes, parece remontarse a un antepasado que vivió hace poco más de 500 años, según los cálculos de los investigadores. La fecha coincide con un período de rápida expansión del Imperio Inca”, señalan.

En cambio, “el conjunto Awki-2 está presente en solo un individuo de las familias, pero corresponde también al cromosoma Y de otros hombres esparcidos por los Andes, cuyo ADN había sido estudiado en investigaciones anteriores”. El estudio sugiere que esta variante habría surgido hace unos 900 años, antes del surgimiento del imperio, en “una época en que los ancestros de la realeza inca ya estaban adquiriendo algún poder político en la región”.

Ambos grupos también parecen encajar, en general, con los mitos dos mitos de origen de los incas: el del Lago Titicaca y la de los Hermanos Ayar, que salieron del cerro Pacaritambo, al sur del Cusco. “De hecho, hay una asociación fuerte de los conjuntos de cromosomas Y tanto con poblaciones del lago Titicaca como con otros grupos de la parte sur de los Andes”.

El estudio fue publicado en la revista científica Molecular Genetics and Genomics y también fue presentado por los investigadores para las familias que donaron su material genético.


ANDINA


Pages