Investigadores arequipeños descubren nuevas especies vegetales endémicas

Investigadores arequipeños descubren nuevas especies vegetales endémicas
Investigadores de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) de Arequipa descubrió cinco nuevas especies endémicas, lo cual enriquece el listado de especies de flora de la región y es el primer paso para averiguar sus propiedades de supervivencia, composición química, nutricionales, utilidad y el rol que cumplen en el balance ecológico en su zona geográfica.

Bajo el título “Estudio del estado de conservación de los Taxones endémicos de plantas vasculares de la región Arequipa: bases para las estrategias de conservación frente a los escenarios del cambio climático”, el proyecto consiguió el financiamiento de la UNSA, con resultados más que satisfactorios.

El biólogo investigador Víctor Quipuscoa Silvestre, explicó que son cuatro plantas del género Nolana (Solanaceae-Nolaneae), familiares de la papa, el tomate y los ajíes. Las nombraron como: Nolana “quicachaensis” Quip. & M.O. Dillon, encontrada en la comunidad de Quicaha en el valle de Chaparra (Caravelí); Nolana “tricotiflora” Quip. & M.O. Dillon crece en las lomas de Quilca (Camaná).

Asimismo, Nolana “callae” Quip. & M.O. Dillon (en honor al docente de la UNSA, Dr. Abraham Calla Paredes) que crece en Punta de Bombón, camino hacia Ilo; Nolana “bombonensis” Quip. & M.O. Dillon esta crece en la localidad de Punta de Bombón y alrededores; y Puya “colcaensis” Treviño, Quip. & Gouda, pariente cercana a la Puya Raymondii Harms, pero de menor tamaño, la cual crece en el valle del Colca y puede tener una distribución en lugares aledaños.

Especies amenazadas

Sobre el género Nolana, el investigador Quipuscoa mostró su preocupación, pues en zonas como Punta de Bombón, las áreas desérticas que ocupaban las especies fueron desplazadas por la expansión agrícola y urbana. Además, en lugares donde aún crecen estas especies, el área fue lotizada para futuras construcciones.

“Con la destrucción de su ecosistema y el cambio climático derivado de la contaminación, es posible que la especie desaparezca. ¿Si uno retira una pieza de un reloj de cuerda, este seguirá funcionando? Claro que no. Los ecosistemas en que vivimos llevan miles de años funcionando como un sistema, porque cada especie tiene una función, eliminarla causa desequilibro y se tendrá problemas en la biodiversidad. Perder una especie es perder el destino de la vida, incluyendo la de los seres humanos”, aseveró.

Quipuscoa advirtió que la desaparición de una especie puede desencadenar en la aparición de plagas y enfermedades, dado que estas sirven también como recursos a los polinizadores y la agricultura.

“Las plantas descubiertas se desarrollan en zonas desérticas o con alta concentración de sal, al saber cómo lograron adaptarse, así como conocer sus genes, puede servir para mejorar y fortalecer los cultivos tradicionales”, subrayó.

Objetivos del estudio

Uno de los objetivos del estudio, es que estos datos (sistematizados en un libro denominado “Plantas vasculares de Arequipa-Perú” que la UNSA publicará), llegue a los gobernantes y junto con los investigadores, se adopten las mejores estrategias de conservación local, regional y nacional.

“La investigación se convierte en el soporte científico para un adecuado ordenamiento territorial, establecimiento y zonificación de áreas naturales protegidas, planificar y ejecutar estrategias de conservación y/o restauración de hábitats, así como de rescate y/o monitoreo de especies que tengan algún riesgo de extinción o estén amenazadas”, enfatizó.


ANDINA

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