En lo alto, se encuentra Yayno, un complejo arquitectónico pre-incaico que despierta asombro y admiración. Situado en la región de Conchucos, provincia de Pomabamba, distrito de Huayllán, este monumento se alza a una altitud de 4,075 metros sobre el nivel del mar, en la cima de la montaña Pañajirca.
Fue visitado por Pedro Rojas Ponce en los años 30, por sugerencia de su mentor Julio C. Tello, Yayno es un enigma para muchos, sumido en el olvido a pesar de su imponente presencia. Sus enormes muros de piedra, construidos con una técnica que combina grandes bloques cuadrados de tonalidad clara con piedras más pequeñas y oscuras, revelan la habilidad y el ingenio de sus constructores.
El complejo de Yayno está compuesto por una variedad de estructuras, incluyendo edificios de planta rectangular y circular, plazas y gradas que conducen a la cima, aunque lamentablemente solo quedan vestigios de las portadas que una vez adornaron este lugar sagrado.
Una de las construcciones más destacadas de Yayno es un edificio de planta cuadrada, que se eleva con imponencia a más de 12 metros de altura y abarca una extensión de aproximadamente 30 metros de ancho por 60 metros de largo, con más de 20 construcciones adicionales en su interior.
En el año 2001, durante un reconocimiento llevado a cabo por el autor, con la asistencia de Donato Apolín, se logró perfeccionar el plano del monumento, identificando y explorando los vestigios de recintos que aún pueden ser detectados en este sitio de grandiosa magnificencia.
Yayno, con su esplendor y misterio, continúa siendo un testamento del ingenio y la grandeza de las civilizaciones antiguas que poblaron estas tierras, invitando a los visitantes a sumergirse en su historia y admirar su majestuosidad perdurable.
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